2.2. Del absolutismo a los derechos humanos
El desarrollo
del razonamiento basado en los derechos humanos ha sido
estudiado, fundamentalmente, desde el enfoque cognitivo-evolutivo,
según el cual las transformaciones estructurales
que el desarrollo supone en el ámbito moral conducen
a formas de justicia progresivamente más equilibradas
(a niveles de justicia superior) y que siguen una secuencia
evolutiva universal, que culmina (cuando llega al último
estadio) con la Filosofía de los Derechos Humanos,
una de las mejores herramientas para mejorar la convivencia
y prevenir la violencia.
De acuerdo
a la teoría elaborada por L. Kohlberg (1984),
el desarrollo del razonamiento moral, que culmina en
la Filosofía de los Derechos Humanos, sigue una
secuencia de tres niveles (preconvencional, convencional
y autónomo) que implican una relación
diferente entre el yo y las reglas y expectativas morales
de la sociedad.
La perspectiva
social del nivel preconvencional, en la que se incluyen
los dos primeros estadios, es la de un individuo en
relación a otros individuos, que se orienta en
función de las consecuencias inmediatas de sus
actos (evitación de los castigos o defensa de
sus intereses concretos). Las reglas y expectativas
sociales son todavía externas al yo.
La perspectiva
social del nivel convencional, en la que se incluyen
los estadios tres y cuatro, es la de un miembro de la
sociedad, que se orienta en función de las expectativas
de los demás o del mantenimiento del sistema
social como un todo.
La perspectiva
social post-convencional, en la que se incluye el estadio
quinto, se orienta a la construcción de principios
morales autónomos que permitirían llegar
a una sociedad ideal; va, por tanto, más allá
de la sociedad.
El individuo
del nivel post-convencional se sitúa, en cierto
sentido, en un punto de vista similar al del sujeto
pre-convencional, ya que juzga el bien y el mal desde
fuera de la sociedad; pero con una gran diferencia.
Mientras éste razona en función de intereses
individuales y consecuencias externas, aquél
va a hacerlo considerando como punto de referencia a
la totalidad del genero humano; es decir, que amplia
su perspectiva más allá del grupo o sociedad
en que se sitúa el sujeto convencional para llegar
a reconocer derechos universales. Resulta evidente la
importancia que tiene estimular este tipo de razonamiento
moral para prevenir la violencia.
A través
de diversos estudios longitudinales y numerosas comparaciones
transculturales se ha obtenido un sólido respaldo
empírico en torno a la secuencia evolutiva postulada
por Kohlberg, aunque su descripción y medida
ha sufrido algunas modificaciones desde el comienzo
de su estudio. Se incluye a continuación la descripción
de los cinco estadios. En el apartado
2.4, puede encontrarse cómo evaluarlos.
El absolutismo y la orientación
al castigo (estadio uno)
Realismo moral y absolutismo
El estadio
uno se caracteriza por un ingenuo realismo moral que
lleva a comprender el significado moral de una situación
como una cualidad física inherente a la propia
acción, de forma similar al color o al tamaño
que caracterizan a un determinado objeto. Este realismo
se refleja en el supuesto de que los juicios morales
no requieren mas justificación que la simple
mención de etiquetas o reglas, que se aplican
siempre de forma absoluta o literal, sin tener en cuenta
las circunstancias que rodean a la situación
ni conceptos mediadores, como el de intencionalidad,
que alteren su significado moral.
Orientación al castigo
Otra característica
del estadio uno, estrechamente relacionada con la anterior,
es una marcada orientación al castigo, identificándolo
con la acción censurada a la que debe seguir
necesariamente, incluso automáticamente, como
si existiera entre ambos una relación de causalidad
física.
Incapacidad para diferenciar distintas
perspectivas socio-morales.
El sujeto
del estadio uno es incapaz de diferenciar distintas
perspectivas en los dilemas. Supone que todas las personas
implicadas en ellos comparten una misma percepción
de la situación y de cuál es la respuesta
moral más apropiada, lo cual le lleva a reducir
al mínimo, e incluso a negar, la propia existencia
del conflicto; ni siquiera considera que implique intereses
enfrentados.
Unilateralidad e incapacidad de coordinaciones
recíprocas
La lógica
subyacente al estadio uno se caracteriza por la unilateralidad
y ausencia de coordinaciones recíprocas; es decir,
por la incapacidad de equilibrar mentalmente las distintas
posiciones sociales que se dan en un dilema a través
de la inversión o compensación de las
relaciones. La unilateralidad y ausencia de reciprocidad
se manifiestan en la forma de definir la justicia en
función de diferencias de poder y estatus, que
lleva a identificar el bien con la obediencia del débil
al fuerte y con el castigo del fuerte al débil,
sin tratar en modo alguno de intercambiar o matizar
estos papeles.
El estadio uno en dilemas hipotéticos
y reales
El pensamiento
del estadio uno caracteriza el razonamiento moral ante
dilemas hipotéticos de la mayoría de los
niños hasta los 7 u 8 años de edad aproximadamente.
Una condición necesaria, aunque no suficiente,
para superarlo es la utilización de la reversibilidad
lógica en la comprensión de la realidad
física y social (que según las etapas
descritas por Piaget coincide con el pensamiento operatorio
concreto). Suele existir cierto desfase entre dicha
etapa de desarrollo lógico y su aplicación
al razonamiento moral, porque juzgar moralmente la realidad
desde un determinado nivel cognitivo es mucho más
complejo que utilizar dicho nivel para entenderla.
El individualismo instrumental
(estadio dos)
Descubrimiento de intereses en conflicto
En la transición
entre el estadio uno y el estadio dos se comienza a
descubrir que existen conflictos de intereses y que
las soluciones unilaterales, basadas exclusivamente
en la obediencia y el castigo, son inadecuadas. El sujeto
del estadio dos entiende, en este sentido, que cada
persona tiene sus propios intereses y que éstos
pueden no coincidir con los intereses de los demás.
Esta comprensión le lleva a superar el ingenuo
realismo del estadio anterior y a entender que las acciones
morales exigen reciprocidad.
Coordinación de intereses
en conflicto tratándolos de forma estrictamente
igual o a través del intercambio
Para resolver
los conflictos entre intereses individuales, el sujeto
del estadio dos propone soluciones de estructura individualista
instrumental: a través de intercambios de servicios
y/o tratando los intereses de cada persona de forma
estrictamente igual.
Reciprocidad simple y concreta :
"haz a los demás lo que te hacen a ti o
esperas que te hagan"
El concepto
de justicia como intercambio de favores que caracteriza
al estadio dos, queda reflejado en la máxima
"haz a los demás lo que ellos te hacen a
ti o esperas que te hagan". Máxima que implica
cierta inversión de las posiciones sociales en
conflicto para llegar a una solución más
equilibrada que la obediencia absoluta del estadio uno;
permitiendo la coordinación de dichas posiciones
en un intercambio. Lo cual refleja el comienzo de la
reciprocidad moral.
Orientación individualista
y hedonista
El ejercicio
de la reciprocidad a nivel concreto y simple conduce
a una orientación hedonista e individualista;
desde la cual el objetivo primordial de la persona es
defender sus intereses y garantizar la satisfacción
de sus necesidades, permitiendo que los demás
hagan lo mismo. Esta orientación se resume en
la máxima "vive y deja vivir".
El estadio dos en dilemas hipotéticos
y reales
De acuerdo a la estructura hedonista que
caracteriza al estadio dos, los niños que se
encuentran en este estadio plantean a menudo sus dilemas
reales como conflictos entre dos intereses suyos.
La concepción
de la justicia como intercambio instrumental caracteriza
el juicio moral en situaciones hipotéticas de
la mayoría de los niños de 10 o 11 años
de edad; y tarda un poco más en superarse respecto
a los propios dilemas morales, probablemente debido
a la relevancia que los intereses adquieren cuando el
propio individuo es protagonista de la situación.
La moral de la normativa interpersonal
(estadio tres)
Integración de las perspectivas
individuales en normas compartidas de bondad
En el estadio
tercero las perspectivas individuales en conflicto,
reconocidas en el estadio anterior, se coordinan a un
nivel más complejo adoptando la perspectiva de
una tercera persona. Lo cual permite superar el individualismo
instrumental y construir un conjunto de normas o expectativas
morales compartidas que se espera cumplan todos. Estas
normas o expectativas morales son la base para establecer
relaciones de confianza mutua que transcienden los intereses
y situaciones particulares.
Orientación a los sentimientos
y a las relaciones interpersonales
El sujeto
del estadio tercero está especialmente preocupado
por las relaciones y sentimientos interpersonales, por
mantener la confianza y la aprobación social.
Las obligaciones morales se basan en lo que esperan
los demás; adoptando, en este sentido, una perspectiva
convencional. Es muy importante "ser bueno"
y ello significa tener buenas intenciones mostrando
consideración hacia los otros, anteponer las
expectativas y sentimientos de los demás a los
propios intereses. Esto conduce frecuentemente a una
concepción algo estereotipada de las normas interpersonales.
Coordinación de la reciprocidad
de segundo grado
El concepto
de justicia del estadio tres se manifiesta en la Regla:
haz a los demás lo que te gustaría que
te hicieran a ti si estuvieras en su lugar. Esta máxima
implica un nivel de reciprocidad bastante superior al
del estadio anterior, puesto que supone: a) que el sujeto
se imagine simultáneamente en dos perspectivas
diferentes; b) e integrar el intercambio recíproco
literal del estadio dos ("haz a los demás
lo que ellos te hacen a ti") en una norma compartida
de bondad, a la que se llega al pensar lo que a ti te
gustaría que te hiciesen).
El estadio tres en dilemas hipotéticos
y reales
El estadio
tres comienza a construirse en torno a los 12 o 13 años
de edad y caracteriza al razonamiento de la mayoría
de los adolescentes y adultos tanto en situaciones hipotéticas
como reales, observándose, en este sentido una
gran consistencia.
¿Por
qué a partir de la adolescencia, a partir del
estadio tercero, el razonamiento moral entre situaciones
hipotéticas y reales, se hace mucho más
consistente? Para responder a esta pregunta conviene
tener en cuenta que el pensamiento formal que comienza
a desarrollarse en esta edad proporciona una herramienta
intelectual que permite una gran independencia del contenido
concreto sobre el que se aplica. Y que dicho pensamiento
representa un condición necesaria, aunque no
suficiente, para el estadio tres del razonamiento moral.
La moral de la coherencia y el
sistema social (estadio cuatro)
La perspectiva del sistema social
como un todo
El individuo
del estadio cuatro va más allá de la perspectiva
del estadio anterior, integrando las expectativas interpersonales
y las normas compartidas dentro de un "sistema"
más amplio: la perspectiva de un miembro de la
sociedad. Este punto de vista se basa en una concepción
del sistema social como un conjunto consistente de códigos
y procedimientos que se aplican imparcialmente a todos
sus miembros; sistematizando así las normas compartidas
que en el estadio anterior eran de carácter más
informal. La consecución de los intereses individuales
sólo se considera legítima cuando es coherente
con el mantenimiento del sistema socio-moral como un
todo. La estructura social (instituciones y papeles
institucionales) sirve para mediar entre objetivos conflictivos
y promover el bien común.
La perspectiva
del estadio cuatro generalmente coincide con un sistema
social establecido (social, legal o religioso) que ha
sido codificado a través de leyes y prácticas
institucionalizadas. A veces, sin embargo, la perspectiva
adoptada se propone como alternativa a dicho sistema
en forma de una ley moral o religiosa superior incluida
en la conciencia individual.
Preocupación por la coherencia
e imparcialidad: el respeto hacia uno mismo
De acuerdo
con la perspectiva sistemática descrita en el
apartado anterior, el sujeto del estadio cuatro suele
manifestar preocupación por la coherencia e imparcialidad,
por mantener el auto-respeto y seguir las obligaciones
que uno mismo se impone.
Consideración de los deberes
junto con sus derechos recíprocos
El concepto
de justicia en el estadio cuarto supone un nivel mas
complejo de reciprocidad que el del estadio anterior,
al considerar los deberes dentro de un sistema que incluye,
simultáneamente, los derechos recíprocos.
De esta forma, se supera la limitación del estadio
tercero, que impedía ir más allá
de un conjunto de estereotipos y virtudes sin poder
tener en cuenta, por ejemplo, la limitación de
los propios deberes cuando las personas que ocupan papeles
complementarios no respetan sus derechos.
El estadio tres en dilemas hipotéticos
y reales
Este estadio
no se alcanza normalmente antes de los 16 años.
Y su frecuencia en la población adulta resulta
ser menor a la del estadio tercero. Las primeras investigaciones
realizadas sobre este tema (estudiando dilemas hipotéticos)
encontraron diferencias significativas en función
del género, puesto que la mayoría de las
mujeres razonaban en el estadio tercero y la mayoría
de las personas que alcanzaban el estadio cuarto (en
torno al 35 % de la población adulta) eran varones.
Estos datos fueron interpretados erróneamente
asociando estos dos estadios con tipos de pensamiento
y valores típicamente femeninos (estadio tercero)
y masculinos (estadio cuarto). Los estudios posteriores
han puesto de manifiesto que cuando se compara el razonamiento
moral de hombres y mujeres del mismo nivel educativo
y ocupacional, no se encuentran diferencias significativas
en el estadio alcanzado. Las diferencias detectadas
en los primeros trabajos no parecen depender, por tanto,
del sexo de las personas sino de las diferencias de
oportunidades existentes entre ellos.
La moral de los derechos humanos
(estadio cinco)
La persona
del estadio quinto ha llegado a construir, a descubrir
por sí misma y a utilizar espontáneamente
para resolver dilemas morales, un sentido de la justicia
que se aproxima a la Filosofía de los Derechos
Humanos. Esta construcción se produce por la
coordinación de la reciprocidad a un nivel mas
complejo que el del estadio cuarto, que le lleva al
reconocimiento de derechos universales; es decir, derechos
básicos, como la vida o la libertad, que cualquier
ser humano posee por el hecho de serlo; y cuya defensa
y protección se convierten (gracias al nivel
de reciprocidad alcanzado) en deberes también
universalizables (para cualquier ser humano).
Perspectiva post-convencional: criterios
para una sociedad ideal
La persona
del estadio quinto va más allá de la sociedad.
Su perspectiva es la de un agente moral racional, que
conoce valores y derechos universales que cualquier
individuo racional podría elegir para construir
una sociedad moral. Por ello, juzga la validez de las
leyes y sistemas sociales según el grado en que
garantizan esos derechos universales; y está
especialmente preocupada por: 1. proteger los derechos
de las minorías; 2. por las consecuencias que
las leyes y sistemas sociales tengan a largo plazo para
el bienestar social. Esto significa que el individuo
del estadio quinto se orienta hacia una sociedad ideal,
definiendo sus criterios, mas que al mantenimiento del
sistema establecido. Y concibe el sistema social ideal
como el resultado de un contrato libremente asumido
por cada individuo para garantizar los derechos y el
bienestar de todos sus miembros.
El establecimiento de una jerarquía
de derechos para decidir en situaciones de conflicto
moral
Para decidir
en situaciones de conflicto entre derechos, el sujeto
del estadio quinto ha llegado a establecer una jerarquía
de prioridades entre ellos.
El estadio quinto en dilemas hipotéticos
y reales
El estadio
quinto comienza a construirse en la edad adulta (a partir
de los 22 o 23 años) y parece tratarse de una
forma de razonamiento muy poco frecuente. Sólo
el 14% de los sujetos estudiados por Kohlberg longitudinalmente
(hasta los 40 años) llegaron a estructurar su
razonamiento moral en el estadio quinto. Nuestro estudio
de los dilemas reales (Díaz-Aguado y Medrano,
1994) apoya la hipótesis de Kohlberg según
la cual el logro de dicho estadio parece requerir un
experiencia que a menudo supone una fuerte implicación
emocional y en la que el sistema social (en el que se
incluye el sujeto o en el que creía hasta entonces)
se enfrenta a algún derecho fundamental, como
la vida o la libertad.
Con objeto
de proporcionar una visión global, en los cuadros
que vienen a continuación se incluyen ejemplos
de razonamiento de los cinco estadios en el dilema hipotético
vida-ley (cuadro uno) y en dilemas reales (cuadro dos),
descritos por cada individuo al preguntarle si había
vivido algún dilema parecido a los planteados
en el caso hipotético, en el que no estuviera
muy claro lo que debía hacer. La mayoría
de estos ejemplos proceden de una investigación
cooperativa entre el equipo de Harvard, dirigido inicialmente
por L. Kohlberg, y el equipo de la Universidad Complutense,
dirigido por M.J. Díaz-Aguado.
CUADRO I: EJEMPLOS DE RESPUESTA
ANTE EL DILEMA VIDA-LEY |
DILEMA: "Una mujer estaba a punto
de morir de un cáncer especial, existía
una medicina que, según su médico,
podía salvarla. Era un medicamento único
que un farmacéutico de la misma ciudad
acababa de descubrir. Su preparación era
cara, pero él le subía el precio
diez veces. Pagaba 5.000 pesetas y, después
de meterlo dentro de una cajita, cobraba por él
50.000. El marido de la mujer enferma, Enrique,
pidió dinero prestado a toda la gente que
conocía; pero con lo que le dieron sólo
consiguió 25.000 pesetas, la mitad de lo
que costaba. Enrique dijo al farmacéutico:
"Mi mujer se está muriendo, por favor,
véndeme la medicina más barata o
déjame pagártela en otro momento".
Pero el farmacéutico le contestó:
"No, yo he descubierto la medicina y tengo
que ganar dinero con ella". Entonces, Enrique
entró desesperado en la farmacia y robó
la medicina para su mujer. ¿Debía
Enrique robar la medicina?
ESTADIO UNO: Orientación
al castigo, realismo moral y absolutismo.
-(8 años)"Enrique no
debe robar la medicina porque está prohibido.
¿POR QUE ESTA PROHIBIDO ROBAR? Porque te
pueden meter en la cárcel. ¿Y POR
ALGO MAS? No."
ESTADIO DOS: Perspectiva individualista,
concreta e instrumental.
-(9 años)"Enrique debe
robar la medicina porque su mujer le puede devolver
el favor algún día"
ESTADIO TRES: Norma compartida
y Regla de Oro.
-(13 años)"Enrique debe
robar la medicina para salvar la vida de su mujer
porque hay que ayudar a los demás. ¿Y
POR QUE HAY QUE AYUDAR A LOS DEMAS? Porque si
él estuviera en esa situación también
le gustaría que lo hicieran por él.
Por eso él también debe hacerlo
por ella. Se debe hacer por los demás lo
que te gustaría que hicieran por ti".
ESTADIO CUATRO: Perspectiva del
sistema social.
-(18 años)"Enrique debe
robar la medicina porque la vida es más
importante para la sociedad que obedecer la ley.
El farmacéutica está aprovechándose
de la situación y debería ser denunciado.
No tiene derecho a subir tanto la medicina cuando
está en juego una vida humana".
ESTADIO CINCO: Jerarquía
de derechos universales.
-(25 años)"Enrique debe
robar la medicina por su mujer o por cualquier
otra persona porque el derecho de cualquier ser
humano a la vida es superior que el derecho de
propiedad. Y la ley así debería
defenderlo. Sin embargo en este caso la ley defiende
al farmacéutico. Por eso es injusta".
|
CUADRO II: EJEMPLOS
DE DILEMAS REALES |
Como he señalado anteriormente, cuando
se pregunta a los sujetos por los propios dilemas
morales y se les hace razonar en torno a ellos,
también se verifica la secuencia evolutiva
descrita por Kohlberg: verificación que
contribuye a aumentar considerablemente su validez
ecológica. Y en este caso la estructura
de cada uno de los estadios queda reflejada así
mismo en la forma que el propio sujeto da al planteamiento
de su dilema real (Díaz-Aguado y Medrano,
1994).
ESTADIO UNO: Orientación
al castigo y realismo moral.
-(9 años) "El otro día
unos niños me quitaron el bollo y me dio
mucha rabia. ¿NO DEBIAN QUITARTE EL BOLLO?
No. ¿POR QUE? Porque no hay que quitar,
hay que pedir ¿POR QUE NO HAY QUE QUITAR
SINO PEDIR? Porque no hay que quitar. ¿Y
TU QUE DEBIAS HACER CUANDO TE LO QUITARON? Decírselo
a la señorita para que les castigara. ¿LA
SEÑORITA DEBIA CASTIGARLES? Sí ¿POR
QUE? Porque no hay que quitar las cosas".
ESTADIO DOS: Perspectiva individualista
instrumental.
-(10 años) "Un día
que yo había quedado con una amiga para
ir al patio, mis padres me dijeron que fuera a
casa de mi tía. ¿Y QUE DEBIAS HACER?
Pues ir a casa de mi tía. ¿POR QUE?
Porque si no se podían enfadar conmigo
y no quería que se enfadaran. ¿QUE
PODIA PASAR SI SE ENFADABAN? No sé. ¿QUE
HICISTE? Ir a casa de mi tía. ¿POR
QUE TE COSTABA TANTO DECIDIR? Porque si me iba
con mi amiga, se enfadaban mis padres y si me
iba con mi tía, se enfadaba mi amiga y
a lo mejor ya no quería ser amiga mía.
¿ES IMPORTANTE QUE NO SE ENFADEN LOS AMIGOS?
Si, porque si no no quieren ser amigos tuyos,
y es importante tener amigos porque te pueden
ayudar y todo eso".
ESTADIO TRES: Normativa interpersonal,
reciprocidad de segundo grado sin coordinación
de deberes y derechos recíprocos.
- (13 años): "Mis padres
se llevan bastante mal. Al llegar un día
a casa los encontré discutiendo. Mi padre
gritaba y mi madre le decía que no la tocara.
Entonces yo instintivamente me metí y le
dije a mi padre que no gritara. El me dijo que
me callara y me empujó o me pegó.
Y yo le devolví el empujón y me
fui. Fue un momento de arrebato y ahora me arrepiento
porque yo no soy quién para meterme en
los problemas que tengan dos personas. Nunca se
debe llegar al extremo de utilizar la fuerza con
tu padre. Para eso no hay excusa. ¿QUE
DEBIAS HABER HECHO? Desde luego no lo que hice.
Decirle por favor que no gritara, eso sí,
pero cuando él me pegó yo me debería
haber aguantado. Además, si él se
volvía contra mí, dejaba de lado
el otro problema que era con mi madre. . Yo tenía
que haberme aguantado y quizá así
solucionaba algo. ¿POR QUE CREES QUE DEBIAS
HABERTE AGUANTADO? En ese momento estaba histérica.
Yo quería que se calmara y que hablaran
entre ellos porque es la única forma de
entenderse y de convivir bien, de que todo el
mundo viva feliz. Y para lograr eso hubiera sido
mejor aguantarme."
ESTADIO CUATRO: Coordinación de deberes
y derechos recíprocos, preocupación
por la coherencia e imparcialidad.
- (14 años): "Una compañera
y yo en una evaluación tuvimos la misma
nota y luego en las notas a mí me puso
más baja, teniendo las dos la misma. No
dije nada porque soy vergonzosa e igual me cogía
manía para otra evaluación. Pero
tenía que haber hablado con el profesor
y decirle que no estoy de acuerdo. Los profesores
se equivocan también. Son unas personas
que han elegido un trabajo y tienen que educarnos.
Yo soy parte de su trabajo y mi opinión
tiene importancia. El no puede hacer lo que quiera,
tiene que escuchar nuestra opinión porque
somos personas igual que él y nuestra opinión
debe ser escuchada."
ESTADIO CINCO: Jerarquía
de derechos universales.
- (24 años): "Una persona
descubre una cultura, unos valores; y se da cuenta
de que este pueblo está reprimido; y piensa
que no puede estar impasible. Se da cuenta que
un camino es la violencia. Y comienza una crisis
de valores. Está dentro de este pueblo;
pero las condiciones no son tan extremas como
para emplear la violencia. Hay otros caminos:
la educación, la resistencia pasiva...
¿POR QUE TE PLANTEA UN CONFLICTO MORAL
LA VIOLENCIA? Porque al final, la violencia va
en contra de un valor máximo que es la
vida humana, y no tiene sentido que para eliminar
la represión sacrifiques vidas humanas;
que vayas en contra de ese valor superior. Además,
la violencia no parece que dé ningún
resultado. Ahora, después de este conflicto
pienso llevar una tarea educativa que puede superar
la situación de opresión de una
manera pacífica; recuperar los valores
culturales por cauces culturales." |
El contenido del razonamiento moral
La necesidad de considerar simultáneamente
la estructura y el contenido en el razonamiento moral
es reconocida en los trabajos realizados por el equipo
de Kohlberg desde finales de los 80; proponiendo, en
este sentido, un análisis micro-genético
que diferencia dos estilos u orientaciones dentro de
cada uno de los estadios convencionales: un estilo heterónomo
y un estilo autónomo; estilos en los que influye
de forma decisiva el ambiente que rodea al sujeto, mucho
mas sensibles a las intervenciones educativas, y con
una estrecha relación con su conducta. Las principales
características de los juicios de estilo autónomo
(que lo diferencian del heterónomo) son : 1.-la
falta de referencia a parámetros externos, como
la autoridad, la tradición o las leyes; 2.-la
mención de la reversibilidad para tomar decisiones;
3.-un nivel de generalidad superior respecto al sujeto
y objeto de la acción moral; 4.-y la elección
moral adoptada, que coincide con lo que suele ser considerado
más justo por los sujetos post-convencionales
(que en el dilema vida-ley, por ejemplo, supone elegir
el valor de la vida). Características que parecen,
en principio, contrarias a las actitudes que conducen
a la violencia.
La identidad moral
Para explicar la relación que existe
entre el razonamiento y la conducta moral es necesario
comprender cómo define cada individuo su identidad
moral y la importancia que la dimensión moral
adquiere en su propia valoración, en el sentido
que tiene de sí mismo. La identidad moral proporciona
así una de las principales motivaciones para
la acción moral, para comprometerse con las propias
convicciones (Blasi, 1989). Y la acción se convierte
en una prueba de consistencia con uno mismo.
Las experiencias de identidad moral suelen
cambiar de forma significativa con la edad. El valor
más importante para los niños suele girar
en torno a la obediencia y la aprobación de los
demás, en función de lo cual aprenden
a valorarse a sí mismos. La autonomía
moral no suele convertirse en el valor predominante
de la identidad hasta la edad adulta. En la adolescencia
adquieren una especial significación valores
relacionados con la lealtad, la fidelidad (a las personas,
a los grupos o a los ideales). En función de
lo cual pueden explicarse algunos de los problemas que
se producen en los adolescentes cuando dicha lealtad
se vincula a causas destructivas. Y la necesidad que
de ello se deriva de que dispongan de oportunidades
positivas en este sentido.
Razonamiento moral y desarrollo lógico
Para comprender la relación existente
entre el juicio moral y el desarrollo lógico
conviene tener en cuenta que el juicio moral se diferencia
de otros tipos de juicio social por orientarse a los
valores y no a los hechos, por ser un juicio prescriptivo
acerca del "deber"; así como el procedimiento
habitualmente empleado para evaluar aquél, que
consiste en plantear a sujetos de diferentes edades
y culturas una misma serie de dilemas hipotéticos
que contienen valores en conflicto y hacerles razonar
en torno a ellos para aislar la estructura separándola
del contenido; es decir, independientemente de los valores,
situaciones vitales o características culturales
sobre los que dicha estructura se aplica.
Los estudios realizados, en este sentido,
confirman que el desarrollo lógico es una condición
necesaria, aunque no suficiente, del desarrollo moral.
El estadio de razonamiento lógico nos indica
el límite alcanzable en el razonamiento moral.
Por ejemplo, una persona con pensamiento concreto (en
el estadio de las operaciones concretas descrito por
Piaget) está limitada a los estadios morales
pre-convencionales. Mientras que una persona con un
nivel inicial de pensamiento formal (en los comienzos
del estadio de las operaciones formales descrito por
Piaget) lo está al estadio tercero. Y los estadios
siguientes de razonamiento moral requieren un pleno
dominio del pensamiento formal característico
del último período evolutivo; es decir,
requieren la capacidad para considerar las distintas
posibilidades, aislar variables...etc. Pero no todas
las personas que alcanzan estos estadios lógicos
logran el límite superior de razonamiento moral
que ellos posibilitan. Estas relaciones se reflejan
en los porcentajes de adultos que alcanzan los niveles
superiores en Estados Unidos: que suele ser de un 50%
para el pensamiento lógico formal y de un 14%
para el razonamiento moral característico del
estadio quinto. |