Las moléculas de los gases
se mueven libremente chocando contra las paredes del recipiente que los contiene,
lo que origina la presión del gas. Cuanto mayor sea la temperatura,
mayor será la velocidad de las moléculas y, por tanto, mayor
debe ser el volumen para que la presión no varíe. A continuación
puedes ver el comportamiento de un gas. La primera barra controla la temperatura
del gas, la segunda la presión a la que está sometido y la tercera
el número de moléculas de gas (o, lo que es lo mismo, el número
de moles). |