Los objetivos educativos se formulan en términos de capacidades; entendiendo por capacidad el potencial o la aptitud que posee una persona para llegar a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, es decir, las posibilidades que cada ser humano tiene, que puede desarrollar y que le van a permitir realizar, de forma permanente y por sí solo, aprendizajes nuevos.
Estas capacidades podrían clasificarse, como mínimo, en cinco grandes grupos:
Capacidades referidas al desarrollo cognitivo o intelectual.
Capacidades referidas al desarrollo corporal y al campo de la salud.
Capacidades referidas al desarrollo del equilibrio personal o afectivo.
Capacidades referidas al desarrollo de la actuación, de la relación y de la integración social.
Capacidades referidas al desarrollo moral o ético.
|